
Recorro una y otra vez
las canciones que me robaste
en aquella primavera que duro
lo que aguanto mi corazón.
Más de una vez confesaste
haberte olvidado de mí
y más de una vez confesé
que no quería saber nada de ti
Nuestras vidas siguieron
sin más testigos que nuestros recuerdos
y sin más recuerdos que la agonía
de una amarga compañía
que solo te borra de mi mente
algunos minutos desgraciadamente
Hoy ya pasado unos años
solo me acuerdo de un puñado de momentos
compartidos por algún cementerio
de caricias y besos
Joaquín Ordoqui
No hay comentarios:
Publicar un comentario